Letra de Las Mieles del Triunfo - Rafa Perez La Evolución

LAS MIELES DEL TRIUNFO
Rafa Perez La Evolución


En las mieles del triunfo te sobran abrazos, 
te llueven aplausos. 
La gente te aclama... 
En las mieles del triunfo te creen sin reemplazo, 
no crees en fracasos. 
Tan solo en tu fama... 

En las mieles del triunfo 
conozco a muchos que se les enferma el alma, 
porque el orgullo y la altivez se les arraiga 
con tanta fuerzas que les nubla la razón. 
En las mieles del triunfo 
otros se creen dueños del mundo y para nada 
tienen en cuenta el que un día ha subido ofrendara 
o sea mi Dios supremo rey de la creación. 

Yo si no permito, no permitiré por nada 
que la insensatez venga a nublarme la razón. 
Yo si no permito, no permitiré por nada 
que la estupidez venga a mancharme el corazón. 

Porque yo sé de dónde vengo y para dónde voy... 
De lo que no estoy convencido es si alcance a llegar. 
Porque hasta el aire que respiro lo debo a mi Dios... 
Lo mucho y lo poco que tengo es porque él me lo da. 
Y no me duele compartirlo, pues seguro estoy 
que en un instante, en un suspiro me llega el final. 

Por eso del cariño de la gente 
disfruto cuando estoy entre sus brazos. 
Recibo una ovación humildemente, 
les doy parte de mí siempre que canto. 
Pero con mi señor aquí en la mente, 
porque él nunca jamás tendrá reemplazo. 
Pero con mi creador siempre en la mente, 
porque él nunca jamás tendrá reemplazo. 

II 
En las mieles del triunfo te sobran placeres, 
te abundan mujeres. 
Con porte de reina... 
En las mieles del triunfo te dan aunque tienes, 
te invitan que pruebes. 
Polvo y mala hierba... 

En las mieles del triunfo 
hay muchos que no quieren pisar ni la tierra 
porque un delirio de grandeza los enferma 
con tanta fuerza que se olvidan quienes son. 
Y en las mieles del triunfo 
también hay otros como yo del alma buena 
que son los mismos en invierno y primavera 
porque revisten de humildad su corazón. 

Yo si no permito, no permitiré por nada 
que la insensatez venga a nublarme la razón. 
Yo si no permito, no permitiré por nada 
que la estupidez venga a mancharme el corazón. 

Porque yo sé de dónde vengo y para dónde voy... 
De lo que no estoy convencido es si alcance a llegar. 
Porque hasta el aire que respiro lo debo a mi Dios... 
Lo mucho y lo poco que tengo es porque él me lo da. 
Y no me duele compartirlo, pues seguro estoy 
que en un instante, en un suspiro me llega el final. 

Aquel que esté en la estrella de la fama 
y en las mieles del triunfo, le aconsejo 
que no se olvide nunca que en el cielo 
existe un Dios que sin él somos nada. 
Por eso es que en mi corazón lo llevo 
con una vela que nunca se apaga. 
Por eso es que en mi corazón lo llevo 
con una vela que nunca se apaga.

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